“Los que están vacunados y no tienen comorbilidades, si se contagian con Ómicron en general cursan una enfermedad leve”, explicó el experto.
“Hoy se sabe que Ómicron se multiplica 70 veces mas rápido en nariz, garganta y vías aéreas superiores, y se une menos a las células del pulmón; esto podría explicar los casos más leves hasta ahora, a pesar de que la persona tenga dos o tres dosis de vacunas contra el COVID”, dijo Oscar Cingolani desde la ciudad de Maryland, Baltimore, Estados Unidos. Con su acostumbrada precisión de médico cardiólogo e investigador de la Universidad Johns Hopkins.
Las tres incógnitas que las variantes Ómicron y Delta plantean a la ciencia: contagio, gravedad y protección obligaron a que los distintos países deban revisar su cantidad de no vacunados, y necesiten acelerar las terceras dosis. Al respecto Cingolani destacó, “los primeros experimentos de laboratorio sugieren que el régimen estándar de dos dosis aún brinda protección contra la enfermedad grave de la nueva variante.
“Lo que ha ocurrido con Ómicron es que durante estos dos años de pandemia se han abocado muchísimos recursos científicos a investigar el virus; mientras éste aprovecha cada espacio vacío y muta. Por un lado, esto es muy bueno porque se ha aprendido mucho sobre el virus y sus variantes; pero por el otro, cada vez que se hace un descubrimiento en el laboratorio se tiende a alarmar a la población, a veces subestimando e ignorando el efecto que el agotamiento y el alarmismo persistente a través del tiempo causa en la gente”.
“Los que están vacunados y no tienen comorbilidades, si se contagian con Ómicron en general cursan una enfermedad leve. Ahora, desde el punto de vista sanitario: la infección por Ómicron es entre 5-7 veces más transmisible que Delta y la replicación se da en vías aéreas superiores, nariz y garganta pero no en pulmón”, dice Cingolani.
“Al principio de la pandemia con dos dosis -lo que llamábamos vacunación completa- era suficiente no sólo para prevenir enfermedad severa sino para prevenir transmisión. Con la variante Delta ya perdimos la posibilidad de frenar la transmisión porque vimos que aquellos vacunados con dos dosis de Pfizer o Moderna, que eran las utilizadas en Estados Unidos, y también con AstraZeneca, seguían contagiando el virus pero protegían contra la enfermedad severa. Y ahora estamos ante una nueva variante Ómicron y nuevos casos en los cuales vemos que dos dosis no son suficientes y tenemos que requerir una tercera dosis para frenar el contagio y la infección”.