¿Cómo y por qué cambió la comedia americana en los últimos 30 años?

El periodista y docente Ezequiel Boetti acaba de publicar “Nueva comedia americana. Reír en el cine del siglo XXI”, donde analiza en profundidad las transformaciones producidas en los últimos 30 años en uno de los géneros más populares del cine, desde una perspectiva en la que brillan actores, guionistas, productores y cineastas estadounidenses como Judd Apatow, Jim Carrey, Ben Stiller y Adam Sandler.

Esta nueva comedia americana, que se diferencia de otra mucho más blanca e inocente que la precedía y dominaba la taquilla mundial a principios de los años 90, “corre los límites de todo” al subvertir hasta el delirio cualquier tipo de lógica y los principios propios del género, cruzando las fronteras de lo escatológico y lo absurdo, pero dándole también un carácter mucho más humano a sus personajes.

Para Boetti, “todo empieza a cambiar en 1994 con la introducción de lo escatológico y personajes subnormales. Son películas que mandan la lógica a cualquier lado, un delirio absoluto. Rompen los límites culturales e incluso los límites de la lógica propia de la comedia. Por lo general son historias más amargas y dramáticas donde los personajes no aprenden nada, son más humanos y tienen un sesgo existencialista muy fuerte”.

En una entrevista con Télam, el crítico explicó que esta profunda transformación en la comedia “se debe un poco a un cambio de paradigma cultural. A partir del éxito de la serie televisiva Los Simpsons cambió el código de lectura de la realidad. La comedia se convirtió en algo filoso, oscuro, con niveles de lectura entre líneas y una mirada desencantada y casi cínica de la vida”.

“El libro tiene como eje a Apatow, porque es la persona que atraviesa estos 30 años. Aparece en casi todos los capítulos porque estuvo metido en la cocina de prácticamente todas las películas que se mencionan y porque además es la figura que le cambia la cara a la comedia en los últimos 30 años”, afirmó Boetti sobre este director, productor y guionista estadounidense que trabajaba como lavaplatos en un club de stand up.

Lo interesante de Apatow, considerado como el gestor de esta nueva corriente, es que además de conocer a Jim Carrey en ese local de stand up donde fregaba platos, fue uno de los guionistas de “El insoportable” (1996), “piedra fundamental” de esta movida, en la que un arquitecto interpretado por Ben Stiller pagaba un alto precio al hacerse amigo del empleado de una compañía de televisión por cable encarnado por el propio Carrey.

“Esa película fue una primera reunión concreta de todo el movimiento”, destacó Boetti, quien fue convocado en 2016 por el crítico Leonardo D’Espósito para formar parte de la colección Cine Pop de la editorial Paidós que él coordina, con la premisa de que escribiera “un libro con un perfil accesible, popular y entretenido, no académico ni cinéfilo”.

La pregunta que guió al periodista para abordar su primer libro fue: “¿Por qué todas estas películas cambiaron las normas del género durante los últimos 30 años? Quería pensar el libro con una pata en el mundo real para ver cómo el cine se va nutriendo de lo cotidiano. No es casual que la primera ficción en la historia del cine fuera una comedia. La búsqueda de la risa es algo que tiene larguísima data”.

Dividido en trece capítulos, entre los que se destacan los dedicados a Carrey, Stiller, los hermanos Farrelly, Adam Sandler y Will Ferrell, además de otros sobre las “stoner movies” y la comedia de mujeres, el libro describe este fenómeno que según Boetti “se traduce en un cambio en el objeto de la risa hoy en día. Es un humor que se ríe de la desgracia propia, algo más oscuro, un humor basado en la anécdota personal”.

Para el escritor, “otro hito importante para el surgimiento de esta nueva comedia fue ‘Freaks and Geeks’, una serie de TV escrita, producida y dirigida por Apatow en 1999, donde empieza a aflorar un humor más humanista. Cambia el punto de vista, porque a partir de ella los marginados y los ‘nerds’ empiezan a cobrar protagonismo. Hay una deriva narrativa, una forma más natural en cómo se van desarrollando los hechos”.

Tal como lo explica en el capítulo dos del libro, “Jim Carrey: La comedia como exorcismo”, para muchos actores, escritores y directores el género se convirtió en un instrumento para “depurar y expiar demonios internos. Sería algo así como la lógica de ‘me río de todo como una forma de lidiar con mis propios fantasmas’, algo que hace a la comedia mucho más pulsional”.

“Para que sea eficaz, la comedia debe ser graciosa. Hacer reír a alguien es infinitamente más difícil que hacerla llorar. Creo que eso depende de una cuestión de ritmo y de empatía con los personajes, siempre y cuando sean humanos cercanos a nosotros. Deben expresar cierta universalidad que nos haga ponernos de alguna manera de su lado”, opinó.

El periodista agregó que “cada uno de estos comediantes tiene su herramienta: el histrionismo, la destreza física y la capacidad de oratoria, por ejemplo. Que la mayoría venga del stand up les da un entrenamiento y una capacidad narrativa importante. Ahí pueden cultivar cierta capacidad de decir cosas graciosas de manera interesante”.

“La comedia como una forma de llegar a la risa y, a través de ella, a la felicidad. Hace bien reírse, lo dicen hasta los médicos. Las comedias tienen la misma capacidad de hablar de realidades difíciles y duras, pero lo que hacen además es mostrarlo haciendo reír al público que no es otra cosa que una forma de hacerlo feliz”, consideró Boetti.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *