Por Dario Pirogovsky, Director de CiudadUniversitaria.com
Los programas de intercambio cultural tienen como objetivo principal ofrecerles a los jóvenes de diversas partes del mundo la oportunidad de conocer de forma presencial otros países a través de una experiencia laboral.
La industria Meaningful Travel (Viajes con significado) incluye programas Work and Travel (Trabajo y Viaje), Working Holiday (Trabajo y Vacaciones), Internships (Pasantías profesionales), Volunteer (Voluntariado), Gap Year (Año sabático), Au Pair (Babysitter), Idiomas, y otros.
Esta experiencia de vida le brinda los estudiantes la posibilidad de mejorar el idioma del país a donde se dirigen, generar una nueva red de contactos, recibir ingresos monetarios, pero por sobre todas las cosas, abrir su mente de manera increíble. Vivir en el exterior aunque sea sólo tres meses, obliga al estudiante a salir de su zona de confort para experimentar el estilo de vida de una sociedad que desconoce. Todo es diferente. Desde el trato con los empleadores, el contacto con sus pares, hasta la cosmovisión del mundo que tiene el almacenero al que le van a comprar los víveres.
El estado de inmersión en el que ingresan los jóvenes, los hace mejorar el idioma de forma acelerada. Se calcula que con un mes de experiencia en el exterior, los estudiantes avanzan lo mismo que estudiando un año en cualquier instituto de lenguas de su país. Y no sólo eso, también adquieren habilidades nunca vistas antes en su casa: lavan, cocinan, planchan y se hacen la cama. Aunque usted no lo crea.
Cada año desde Argentina viajan alrededor de cuatro mil estudiantes a Estados Unidos con el programa Work and Travel, y otros tantos a Australia, Nueva Zelanda, Irlanda, Alemania, Francia y ahora también España, gracias a las visas Working Holiday.
En el caso de Estados Unidos, el gobierno autoriza a determinadas empresas, llamadas “Sponsors” a emitir los formularios DS 2019 para que los estudiantes saquen la visa J1 de intercambio cultural. Pero estas empresas no atienden directamente, sino que lo hacen a través de sus representantes locales. Estas visas son limitadas y van acompañadas por un empleo en centros de ski o en hoteles. A esta opción se la denomina “Placement” o Empleo Seguro. Mientras que los estudiantes que ya han viajado años anteriores usualmente lo hacen bajo la opción Independiente o “Self Arranged”, ya que cuentan con una oferta laboral, pero necesitan de las agencias para sacar su visa.
Los salarios que reciben en Estados Unidos son –por ley- equivalentes a lo que recibiría un ciudadano americano por el mismo puesto. Por lo general cobran de 8 a 12 dólares la hora y trabajan de 35 a 40 horas semanales. Pero si hacen horas extras reciben un 50% más. Y también tienen la posibilidad de buscar un segundo empleo, algo que mejora su economía de forma consistente. Se calcula que un estudiante promedio recibe de cuatro a ocho mil dólares trabajando durante cuatro meses. Esto sin contar el segundo empleo. Mientras que entre alojamiento y comidas gasta en promedio dos mil seiscientos dólares durante el mismo periodo. Este resultado económico favorable, hace que miles de estudiantes decidan regresar año tras año, y con lo ahorrado realizar viajes o pagarse sus estudios, porque la mayoría aún vive con sus padres.
Para participar de este programa se pide que los jóvenes sean estudiantes universitarios, tengan de 18 a 29 años y un nivel de inglés intermedio. El programa incluye la oferta laboral, el formulario para la visa J1, el seguro médico, y asistencia permanente. El pasaje aéreo es adicional.
En el caso de las visas Working Holiday a otros destinos, los estudiantes pueden obtenerlas por cuenta propia en los diferentes consulados en fechas determinadas, teniendo en consideración que existe un cupo limitado, y que corre por cuenta propia conseguir el empleo en el destino elegido. Algunas agencias, por su parte, también ofrecen de forma opcional un contrato laboral antes de viajar y seguro médico. Estas visas permiten trabajar hasta doce meses, pero no tienen un mínimo de duración. En el caso de Nueva Zelanda, por ejemplo, el gobierno exige a los estudiantes que cambien de empleo cada tres meses, y los principales puestos laborales son en el área de hotelería y granjas.
En la actualidad, la industria del turismo mundial de jóvenes representa aproximadamente ciento noventa millones de viajes internacionales al año, y sigue creciendo con más rapidez que el turismo mundial. Según las previsiones de la OMT (Organización Mundial de Turismo), rondarán en casi trescientos millones para 2020.