Se trata de “ribociclib”, que actúa bloqueando la proliferación de las células tumorales y está indicada para el tratamiento en primera línea del cáncer de mama avanzado del subtipo RH+/HER2 negativo.
Representa entre un 65 y un 70% de las pacientes afectadas por ese tumor. La drogra, aprobada recientemente por la Anmat, detiene la enfermedad 25.3 meses.
“El nuevo fármaco demostró en las pacientes que padecen ese tipo de cáncer que, en combinación con terapia hormonal, logra reducir el avance de la enfermedad en un 44% y alcanzar una mediana de sobrevida libre de progresión de 25.3 meses, la más alta reportada en medicaciones de su tipo si se la compara con los 16 meses que se alcanzaban sólo con la terapia hormonal”, enfatizó la oncóloga clínica Victoria Costanzo, subjefa de la Unidad de Cáncer de Mama del Instituto Alexander Fleming.
Según cifras oficiales, el cáncer de mama es el tumor femenino más frecuente y en la Argentina se diagnostican cada año cerca de 19.000 nuevos casos.
Afecta principalmente a mujeres de entre 45 y 70 años y, detectado a tiempo, presenta un elevado nivel de curación, por lo que los especialistas enfatizan la importancia de los controles periódicos, la consulta al ginecólogo al menos una vez al año y la realización de una mamografía, ecografía mamaria o ambas, dependiendo de la edad.
Por su parte Florencia Perazzo, ex presidenta de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), señaló que “entre el 70 y el 75% de las pacientes son hormono dependientes al momento de su diagnóstico, y entre el 35 y el 40 por ciento progresa a estadios avanzados. Inclusive un cinco ó 10 por ciento debuta como cuadros metastásicos”.
Consultada sobre los efectos adversos de la nueva droga, la especialista señaló que según los estudios realizados previos a su aprobación “fueron entre leves y moderados, con un buen perfil de seguridad”.
“Entre los principales se reportaron náuseas, fatiga, diarrea, leucopenia, alopecia, vómitos, estreñimiento y cefalea”, detalló.
Ribociclib fue aprobado por la Food and Drug Administration (FDA), la autoridad sanitaria de los Estados Unidos, en marzo de este año, luego de ser evaluado mediante un programa de revisión prioritaria por ser considerada una “terapia innovadora”, es decir aquellas que demostraron “beneficios respecto de las opciones disponibles para combatir una enfermedad grave o potencialmente mortal”.